Durante la época prehispánica, los antiguos habitantes de esta vasta región fueron los pericúas, los guaycuras y los cochimíes, grupos importantes con rasgos culturales propios que posiblemente heredaron de los primeros pobladores que llegaron a estas tierras hace ya más de 10,000 años. Hoy día poco o nada ha permanecido de aquellos rasgos culturales, pues el avance de la “civilización" y la evangelización de estas tierras acabaron con todo lo que aquellas poseían como expresión propia. Las condiciones del lugar, el terreno y otros factores, fueron obligando a que los habitantes de aquellas tierras tuvieran que moverse constantemente, buscando siempre la forma de dominar al ambiente y por ello adquiriendo una fisonomía y cultura distintas.
Es curioso, pero como en algunas otras partes de nuestro país donde los indígenas fueron prácticamente exterminados, en Baja California Sur sólo alcanzamos a ver las expresiones populares que crecieron basadas en la profunda labor religiosa que allí desarrollaron los jesuitas; por ello las festividades en esas latitudes de nuestro país, tiene ese peculiar contenido que a veces se antoja un tanto lejano a otras expresiones populares que conocemos hoy en día.
La gran influencia que la evangelización católica ejerció en la formación de tradiciones y celebraciones que con orgullo festeja el pueblo de México, podemos observarla hoy en las fiestas del santo patrono de cada pueblo y ciudad sudcaliforniano. Debido a que la invasión del hombre europeo durante la conquista española trajo consigo enfermedades desconocidas para las etnias indígenas que poblaban la región, estos resultaron casi exterminados desde finales del siglo XVI; y los rastros de sus costumbres y tradiciones se perdieron por completo con la imposición evangélica de las misiones católicas que ahí se instalaron.

Durante las fiestas patronales, muchos bautizos y primeras comuniones son celebrados alrededor del bullicio generado por la música del mariachi y los bailes populares, las peleas de gallos y las carreras de caballos. Para cerrar con broche de oro disfrutando de sendos banquetes de típicos platillos mexicanos como la carne asada en leña de mezquite, los tamales, las tortillas de harina y la barbacoa.
Algunas de las festividades más grandes o destacadas son las fiestas patronales de San José del Cabo, San Francisco Javier, San Bartola, Santa Rosalía, La Purísima, Miraflores y Todos Santos.
La cultura del deporte en el estado es también una tradición. En él se celebran las Olimpiadas de Baja California, sin embargo, en los últimos años esta área había quedado rezagada en cuanto a desarrollo de infraestructura y promoción principalmente. A inicios del año 2007, el gobierno estatal anunció un proyecto de impulso al deporte en un plan de desarrollo de cuatro años. En éste, está contemplada la construcción de una unidad deportiva con estadio de fútbol en Cabo San Lucas con capacidad para 10,000; una pista de atletismo para Comondú; la unidad deportiva de Guerrero Negro; entre otras. Así como el desarrollo de los deportes acuáticos que pueden ser realizados en la Bahía de La Paz, tales como remo, canotaje, vela, veleo, etc.
COMIDA TÍPICA DE BAJA CALIFORNIA SUR
En Baja California Sur la comida se basa en los productos marinos. Algunos de los platillos más destacados son la langosta, la almeja chocolata, la machaca de mantarraya y el filete imperial (una rueda de camarones prensados rodeados de tocino y preparados a la plancha), sin olvidar la carne de puerco en salsa de tamarindo. Algunas personas para acompañar estos alimentos frecuentemente se utiliza una bebida como el clamato (jugo de tomate y almeja sazonada), o una damiana en las rocas, que se elabora a partir de la planta silvestre del mismo nombre, cuyas propiedades saludables son muy celebradas y populares.
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